Lola está en su casa muy nerviosa porque en unos minutos puede cambiar su vida: va a recibir una videollamada para hacer un casting. Si la seleccionan, tendrá trabajo en Nueva York interpretando canciones modernas y de revista.
Dossier
Roberto, su primo, que vive con ella y es pianista, será quién toque para acompañarla en su prueba. Sin embargo, ninguno de ellos está acostumbrado a usar las nuevas tecnologías, lo que provocará situaciones muy cómicas.
Alfredo, el novio de Lola, llega a casa en medio del casting y lo interrumpe. Él no quiere que ella se vaya a Nueva York a cantar revista, porque quiere estar a su lado y piensa que cantar revista no le va a hacer feliz porque ella lo que realmente disfruta interpretando es la copla. Sin embargo ella está convencida de aprovechar la oportunidad, sobre todo porque necesita el dinero.
Ambos intentan convencer al otro de su postura mientras se dicen lo que sienten el uno por el otro, recuerdan momentos compartidos, discuten… Todo esto a través de situaciones cómicas y canciones reconocidas por todos como “Y sin embargo te quiero”, “Háblame del mar, marinero”, “Qué sabe nadie” y muchas más.
